24 mayo 2013

Vista nocturna


Mirar atrás para cambiar la educación.

En la conferencia de Montserrat del Pozo hablaba de mirar atrás para reconocer los puntos fuertes y potenciarlos como uno de los elementos que pueden posibilitar un cambio en la educación. Ella hablaba a nivel muy local, en la historia del propio Centro. Pero yo me lo planteo a nivel más global, ya que el debate sobre la innovación y el cambio de paradigma educativo es mucho más global. Además ya se sabe, "piensa en global y actúa en local"...
Pues bien, el problema es cuánto atrás hay que mirar para encontrar claves válidas para la educación del siglo XXI. ¿40 o 50 años atrás? ¿200 años atrás? Para mí sería un error. No saldríamos del modelo educativo de la sociedad industrial, la que inventó las fábricas industriales y las fábricas educativas, donde se confeccionan productos aptos como mano de obra que retroalimente el sistema (ver Ken Robinson, en sus libros o en internet). Howard Gardner casi  llega a reivindicar la educación renacentista, con lo que se va 400 o 500 años atrás. En esa época, la transmisión de conocimientos se hacía en los talleres artesanales, donde se ingresaba como aprendiz y el proceso de aprendizaje, el oficio y la maduración personal eran casi la misma cosa. El maestro observaba a su aprendiz en su desempeño y le iba marcando retos cada vez más complejos.
Yo propongo ir aún más lejos, a la Prehistoria, cuando había muy pocos conocimientos que transmitir. Por no haber, no había ni escritura, con lo que nos ahorramos la lectoescritura que tantos quebraderos de cabeza nos da. ¿Por qué a esa época? Pues porque entiendo que el funcionamiento del cerebro humano ha sido igual, biológicamente, en todas las épocas. Las diferencias son culturales, por lo que si nos vamos a un estadio cultural más sencillo, quizás encontremos las claves básicas de un proceso de enseñanza-aprendizaje más natural y eficiente.
¿Y qué podemos aprender (imaginar) de la educación prehistórica?
1. La educación es vida. Esto no sería una metáfora, sino algo literal. Si un joven no aprendía a rastrear, a fabricar flechas y lanzas, a cazar y a saber camuflarse, podía llegar el león y comérselo. Imagino la motivación para aprender de esos muchachos.
2. Personalización absoluta. El maestro, el pobre ancianito de 20 o 30 años que ya no podía cazar y al que le encargaban que se ocupase de los crios, estaba todo el día con ellos, sin timbres que marcasen periodos de 50 o 60 minutos para cambiar de actividad. Llegaba a conocer los puntos fuertes y las debilidades de cada uno, con lo que los podía orientar con gran claridad, según las habilidades y capacidades. Al fuertote lo orientaba a la caza y la guerra, al más habilidoso, a fabricar puntas de flecha o pintar bisontes en las paredes, al más espiritual, le encargaba la relación con los dioses, etc. Trabajaban las inteligencias múltiples miles de años antes de que Gardner nos las explicara.
3. Educación integral. Todo el día con los chicos. Con momentos de educación reglada, sentados escuchando las historias de los antepasados y viendo cómo se hace un bifaz, y otros momentos más lúdicos. También momentos utilitarios, preparando la comida o sacando de la cueva desperdicios. Y a la caída del sol todos se reunirían junto al fuego a contar más historias, reir y comentar lo acaecido durante el día, para terminar con un recuerdo a los antepasados.
4. Educación para la vida. Nada de currículums, programaciones, objetivos ni indicadores. Competencias básicas en estado puro. No hay contenidos establecidos a priori, sino que se va aprendiendo lo que va haciendo falta, según el desarrollo personal de cada uno y las necesidades de la tribu.
Pues sí, va a hacer falta mirar al pasado. Cuanto más pasado, más nos acercaremos a las claves educativas del futuro.

23 mayo 2013

Cambiando la educación

Ayer tuve la magnífica oportunidad de asistir a una charla de Montserrat del Pozo, directora del Colegio Montserrat de Barcelona y de la televisión educativa think1.tv.  (Pido disculpas por la calidad de las fotografías, las hice desde mi sitio con el móvil...)
Montserrat del Pozo en su conferencia de Sevilla el 22.05.2013

Muchas cosas de las que dijo ya las había oído o leído por ahí, pero no había tenido aún la oportunidad de escuchar el timbre de su voz, percibir sus gestos, sus expresiones, sus movimientos. Recibir parte de su energía, si nos ponemos en plan realismo mágico.
La ponencia llevaba por título "Gestión del Cambio" y daba por supuesto la necesidad de un cambio en el mundo de la educación. Nadie discute la necesidad de dicho cambio, aunque aún está por ver en qué dirección ha de producirse dicho cambio y cómo debe llevarse a cabo. Otro día reflexionaré sobre este asunto, aunque me parece que, de entrada, cambiar la selectividad por reválidas no es exactamente la idea...
El tríptico de información adelantaba que la jornada pretendía "sensibilizar a todos los agentes implicados en la educación de nuestros alumnos sobre la importancia de una buena gestión del cambio como parte fundamental de la calidad de la educación.
Objetivo fundamental (...) es crear la inquietud de impulsar equipos de educadores innovadores en las comunidades de aprendizaje, germen del cambio pedagógico en nuestros centros.
Para lograrlo debemos asumir el reto compartido de la creación de redes para facilitar el conocimientoo de nuevas experiencias e innovaciones en el ámbito perdagógico, promoviendo la generación del cambio orientado a reforzar el Proyecto Educativo de las instituciones.
Algunas de las propuestas que ofrecemos para comenzar a trabajar la gestión del cambio son tres consignas básicas (...):
1. Mirar hacia atrás con inteligencia. Valorar el trabajo hecho es lo que nos permite mirar adelante. Sacar provecho de las fortalezas.
2. Mirar alrededor, salir del colegio. Mirar lo multicultural, global, lingüístico. No mirar de forma segmentada. Cuanto más miras, más disfrutas, más piensas.
3. Mirar hacia adentro. Qué voy a hacer yo por el cambio. Cuál es mi compromiso personal. En todo proceso de cambio no se debe buscar el éxito porque se fracasará, hay que buscar ofrecer y dar" (las cursivas son mías).
De las frases dichas por "Sor Innovación", suyas o citas de otros autores, más o menos literales, me quedo con las siguientes: "Tenemos la obligación de tener esperanza para generar esperanza en los alumnos y que tengan vida", "es necesario la reflexión, pero en la acción, caminando", "tenemos derecho a descansar, cansándonos", "la imaginación ayuda a que se cumplan los sueños, la fantasía los mata", "la disciplina genera obediencia, la confianza autonomía", "No hay innovación sin autonomía del alumno", "hay quien en vez de 30 años de experiencia tiene 1 año de experiencia repetida 30 veces", "la mayor innovación es hacer que el alumno sea significativo para mí y luego dejarlo que cante como Plácido Domingo y consiga su propia marca", "confiar en uno mismo, en los alumnos y en la escuela", "los profesores deben pasar de ser repartidores de currículum a diseñadores de aprendizajes", "la calidad educativa da la posibilidad de evangelizar".
Nos habló del marco de la innovación sostenible (ver foto).
También nos habló, muy de pasada, del "pensamiento de diseño", aquel que es capaz de utilizar ambos hemisferios del cerebro. Afirma que el cambio empieza en uno mismo, cuando recorre honestamente el ciclo de actitud-conocimiento-práctica-hábito. Expuso los diferentes grados de compromiso con la innovación que pueden y suelen darse en los colegios, que de menos a más son: sabotaje, huelga, protesta, apatía, indiferencia, aceptación, apoyo, cooperación y plena identificación.
Recordó los 10 consejos de Guy Kawasaky sobre cómo ser innovador:
1. Crear significado (seleccionando contenidos significativos para los alumnos).
2. Saltar al próximo nivel.
3. Hacerlo genial, de forma única.
4. No temer al fracaso.
5. Dejar que "100 flores florezcan". Dejar que el proyecto crezca y que salga lo que Dios quiera, cuidando el proceso, que es la mejor manera de asegurar el éxito en el producto.
6. No temer polarizar a las personas.
7. Seguir mejorando (lo importante no es funcionar, sino mejorar).
8. Crear el "sector especial", único e innovador.
9. Regla 10-20-30. (10 diapositivas, 20 segundos, tamaño de letra 30).
10. No le hagas caso a los "sabiondos" (personas tóxicas, Christine Lewicki "Deja de refunfuñar").
Y nos explicó las 4 transformaciones fundamentales para lograr una verdadera innovación educativa:
1. Currículum, metodología y evaluación.
2. Rol del profesor y del alumno.
3. Organización del Centro.
4. Espacios arquitectónicos.
Toda la charla fue, de alguna manera, un homenaje al recientemente fallecido Glenn Doman, inspirador de los asombrosos cambios introducidos por las Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, desde la estimulación temprana, el aprendizaje cooperativo y las inteligencias múltiples. Al "¿descubridor?" de las IM también se le rindió homenaje, con el video, maravilloso de principio, a finsobre la visita que hace unos días realizó al Colegio Montserrat, colgado en la web del Centro.
Se puede profundizar más en:
www.think1.tv
www.cmontserrat.org
www.inteligenciasmultiples.net
Muchas gracias, Madre, por habernos inspirado tantas cosas. Ahora toca organizar todo esto y ponerse manos a la obra.


22 mayo 2013

Un fotógrafo en el aula.

Puede que mi afición por la fotografía me haya dotado con el paso del tiempo de "una mirada" con las características de esa actividad. Una mirada y unas capacidades y actitudes propias de la fotografía que se pueden utilizar en otros campos, en este caso, el de la educación.
Si eso es así, ¿qué cosas de la fotografía meto en el aula?
1. Técnica. En realidad, en el mundo de la fotografía siempre he pensado que la técnica es secundaria, que lo importante es tener algo que contar y una imagen que ofrecer. No obstante, la experiencia me ha ido dotando de ciertos conocimientos técnicos que evidentemente ayudan a realizar buenas fotografías. Es más, algunas imágenes que visualizo en mi mente sólo pueden llevarse a cabo con un cierto grado de conocimientos técnicos. En la educación ocurre lo mismo. La técnica es secundaria ante la importancia que adquiere el mensaje a transmitir, la educación. Pero la técnica, el oficio, facilita las cosas. Y está  bien adquirirlo con experiencia, pero ayuda el estudio y la formación, la reflexión, la autoevaluación de la tarea docente. Ayuda y permite avanzar más rápidamente.
2. Sentido estético. En fotografía es necesario un mínimo sentido estético para no caer en la realización de meras fotografías. Para transmitir un mensaje y, sobre todo, para emocionar, es necesario un sentido estético. Igual que en la educación. Quien no emociona no educa y para emocionar hay que abordar el trabajo diario con sentido estético. ¿Qué obra de arte voy a hacer con mi asignatura y, sobre todo, con mis alumnos?
3. Encuadre. En el visor de la cámara selecciono una porción de realidad por un determinado motivo, lo resalto fotográficamente y doy su versión más bella. Y lo mismo ocurre, o debería ocurrir, con la selección de contenidos y mi tarea docente. Seleccionar qué parte de mis alumnos "voy a educar", resaltar esa parte y lograr la versión más bella y perfecta en el desarrollo de su mente y de su personalidad.
4. Composición. No me gusta disponer los elementos de una fotografía de manera artificial, pero sí busco el punto de vista que permite una composición armoniosa de esos elementos. La composición implica orden, claridad de ideas, una determinada visión de la realidad. Cualidades que me parecen fundamentales para la tarea educativa.
5. El instante decisivo.Es el momento definido por Henri Cartier Bresson en el que todos los elementos están situados en el lugar exacto para conseguir la imagen perfecta. A veces me parece haber vivido una sensación parecida en el aula, cuando en un determinado ambiente, con algunas frases dichas por los alumnos y por mí mismo, en días especiales, en medio de muchas circunstancias, se sitúan las mentes y los corazones en el lugar exacto para que una palabra, un gesto o una mirada, cale en lo más profundo de alguna persona, que puede ser un alumno o yo mismo.